jueves, 15 de octubre de 2009

1. MILES DAVIS (Primera parte)

Esta noche, En la jazzmédula... Miles Davis.

Miles Dewey Davis nació en Alton Illinois, en 1926. Era hijo de un dentista, que deseaba para su hijo una carrera médica. Fue grande su decepción cuando el pequeño Miles empezó a mostrar demasiado interés en la música, especialmente en tocar la trompeta. Tenía apenas 16 años cuando lo escuchó tocar Sonny Stitt: "Te pareces a un hombre que se llama Charlie Parker -le dijo-, y también tocas como él. Vente con nosotros". Y esa vez la decepción mayúscula fue para el joven Miles: su madre no lo dejó ir.
Pero cuando han de llegar las cosas llegan. Pasaron un par de años y Miles se mudó con su familia a San Louis, un día, se enteró de que Charlie Parker y Dizzy Gillespie, los genios creadores del be-bop, andaban de gira por su ciudad. No tardó en buscarlos, audicionó y obtuvo su primera oportunidad sustituyendo a un tercer trompetista. Desde entonces no se separó de Bird, lo siguió a Nueva York. "Un año viví con Charlie Parker bajo el mismo techo -Recordaba Davis-. Siempre iba con él a la calle 52".
Fueron años de enorme aprendizaje para el joven Miles. Aprendió - en primer lugar- de sus limitaciones. Miles no era un virtuoso en la técnica de la trompeta como Fats Navarro o el propio Dizzy, le faltaba la fuerza de aliento del primero, la inigualable digitación del segundo. No obstante, junto a Charlie Parker, Davis adquirió un sentimiento musical auténtico, algo que se requiere cuando se quiere tocar jazz: el sentimiento del blues. "No aprendes a tocar el blues -le dijo Bird- simplemente lo tocas".

Miles sacó gran provecho de sus limitantes y desarrolló un sonido único en la trompeta, cálido y meláncolico, suave y minimalista, a la sordina. Tocaba pocas notas, pero justo las que tenían que ser, la nota insustituible, como la palabra en el poema.
El singular sonido de Miles encontraría un desarrollo pleno a finales de los cuarenta, lejos de los candentes aires del be-bop. Su encuentro con el genial arreglista Gil Evans daría como resultado un disco fundamental: Birth of the cool.
Como su nombre indica, el disco dio nacimiento al estilo jazzístico denominado cool. Llamó la atención, entre otras cosas, el combo utilizado. No era un cuarteto ni un quinteto, ni una big band, estaba a medio camino entre los dos, era un noneto conformado por una alineación de primera. Algunos de los músicos harían notable carrera en el cool (como Lee Konitz o Gerry Mulligan, quien participó además como arreglista). También llamó la atención de especialistas y aficionados la instrumentación, conformada por instrumentos bastante disímbolos para el jazz de la época; una tuba, por ejemplo, o un corno francés, a los cuales se añadían la sección rítmica y la de metales (el barítono de Mulligan, el alto de Konitz, el trombón de Kay Widing o J. J. Johnson, y la trompeta de Miles, claro).
El disco tiene el valor de un manifiesto artístico, pues en efecto da lugar al surgimiento de un nuevo género en el jazz (un poco a la manera en que lo haría, once años después, Ornette Coleman, con su disco Free Jazz, si bien éste tenía claros precedentes).
Más tarde Miles Davis comenzaría a colaborar con músicos de hard bop, siempre mostrándose como un líder inovador de impagabale talento. Realizó grabaciones con Sonny Rollins y (un jovencísimo) Jackie McLean, una serie de discos para la marca Prestige (Steamin', Cookin', Relaxin', etc.) y otros varios más para Columbia. En estas grabaciones inicia una de las colaboraciones más importantes y fructíferas, no sólo de su carrera, sino de la historia del Jazz, me refiero a los discos que hizo a lado de John Coltrane.
Hacia finales de los años 50, la mancuerna Davis-Coltrane produjo un auténtico icono de la cultura musical del siglo XX, acaso el disco más clásico en la historia del jazz grabado: Kind of Blue.
Este disco, para no variar cuando de Miles Davis se trata, dio origen a un nuevo estilo musical dentro del jazz, el llamado jazz modal. Dicho estilo (en realidad se trataba de una forma, una estructura) consistía en sustituir las tradicionales secuencias de acordes por escalas armónicas, que introducían en el plano interpretativo nuevas y amplísimas posibilidades de improvisación. Otro factor clave del enorme logro artístico de este trabajo fue la frescura expresiva que pudo darse en el estudio de grabación. Esto parecería redundante si hablamos de jazz, arte de la improvisación si los hay, pero ya se sabe que una cosa es tocar en vivo y otra entre las cuatro paredes del estudio. Ocurre que Davis se guardó en secreto las partituras de las piezas a grabar, las mostró a sus músicos apenas unos momentos antes de tocar. Quería que sus compañeros de banda alcanzaran un cenit de libertad creativa, una cima de espontaneidad. Y lo consiguió.
(Por cierto que no sería la única vez.)
Aquí encontramos a Miles acompañado de John Coltrane (sax tenor), Cannonbal Adderley (sax alto), Bill Evans (piano), Paul Chambers (contrabajo), Jimmy Cob (batería), en un disco verdaderamente esencial.
Escogí a Miles Davis para la primera emisión de En la jazz-médula porque fue sin duda una de las figuras más inovadoras de esta forma de arte musical nacida con el siglo XX. Visitar su carrera es recorrer en cierta forma el panorama entero del jazz moderno.
No en vano se ha llamado a Miles Davis "el Picasso del jazz"...


En este programa escuchamos:

1) Now's the time, con los Charlie Parker's Ree bopers. Aquí Dizzy Gillespie toma el asiento del pianista y deja su lugar a la trompeta de Miles Davis. El resto de la alineación es Curley Russell en el contrabajo y Max Roach en la batería. Y Bird, claro está, en el saxo alto.

2) Milestones. El quinteto de Charlie Parker (una verdadera rareza: puede oirse a Bird tocando el saxo tenor, instrumento inusual en su carrera), con Miles Davis en la trompeta, acompañados de John Lewis al piano, Nelson Boyd en el contrabajo y Max Roach en la batería. Una de las primeras composiciones de Miles, grabada en 1947.

3) Venus de Milo y 4) Moon dreams, del disco Birth of the cool, grabaciones de 1949 y 1950.

5) Dig. Esta pieza del disco homónimo de 1951 muestra a Miles en su etapa hardbopera, acompañado de Sonny Rollins al saxo tenor, Jackie McLean en el alto, Walter Bishop en el piano, Tommy Potter en el contrabajo, y el maestro (creó una verdadera escuela y un séquito de discípulos) del hardbop: Art Blakey. Es una grabación histórica, ya que fue la primera en la carrera de McLean.

6) Dr. Jekyll. Hard Bop de primera, con solos memorables de Cannonbal Adderley y John Coltrane. Del disco Milestones, editado por Columbia en 1958.

7) All Blues y 8) So What. Del sin par Kind of Blue. La primera de estas piezas ilustra perfectamente que el blues es jazz, y el jazz, blues.




En los controles: Juan Manuel Struck y Eduardo Sánchez.

Voz y selección musical: Gabriel Meraz.

¡Felicidades a Radio UACM en su primer día de transmisiones!

2 comentarios:

guta dijo...

Gabriel,
parabéns pelo programa e pelo blog bacana. Escuto-o daqui de belo Horizonte, Brasil e estou aprendendo muito sobre jazz e blues.
Um abraço para você e sua equipe,
Guta

Gabriel Meraz-Arriola dijo...

Muchas gracias María Augusta, un abrazo desde México...